Friday, August 20, 2010


EEUU vs Venezuela: El Imperio contra ataca y pierde
James Petras y Michael González Cruz

La política exterior de los EEUU hacia Venezuela ha tomado diversos giros tácticos, pero su objetivo continua siendo el mismo: derrocar al Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, revertir la nacionalización de importantes medios de producción endógenos y abolir el nuevo modelo de participación democrático bolivariano cuyo eje es la organización de los consejos comunales desarrollados en todo el territorio venezolano.
Los EEUU por medio de su política internacional intenta volver a imponer a la vieja elite tradicional que impulsan las relaciones clientelistas entre el Estado y los ciudadanos. Con el fin de frenar el progreso material, social y cultural que desarrolla el proyecto bolivariano para la vieja elite vuelva a entregarse a los intereses de la elite militar-capitalistas, y las corporaciones transnacionales de los EEUU y sus aliados.
Desde Washington, DC, se financio y apoyo el golpe de estado del 2002, el sabotaje realizado por la alta gerencia de PDVSA en el 2002-03 que intento destruir la principal industria petroquímica y con la asistencia de grupos No Gubernamentales EEUU desarrollo una serie de esquemas mediáticos para distorsionar la agenda de cambio y democracia participativa que realiza el nuevo liderato venezolano por medio de la educación y organización popular de toda su clase trabajadora.
Hasta el momento los planes desde EEUU para detener el proceso revolucionario bolivariano han fracasado. El pueblo venezolano respaldo mayoritariamente al Presidente Chávez revalidando su liderato por el medio electoral. Como primer ejecutivo ha conformado una red de líderes comprometidos con el desarrollo endógeno económico, es decir con la producción de bienes y servicios en justo balance con los recursos naturales y humanos. El Presidente Chávez fomenta nuevos líderes en las Fuerzas Armadas respetuosos de los derechos humanos del pueblo y líderes orgánicos que han ampliado el apoyo que en las clase medias intelectuales, trabajadores urbanos y comunidades rurales que se han integrado al desarrollo endógeno y la democracia participativa en su nación y región Latinoamericana y Caribeña.
La elite que permanentemente gobierna desde Washington no ha reflexionado sobre la necesidad de llegar acuerdos multilaterales entre el pueblo de los EEUU y el venezolano. Como ha indicado del Dr. James Petras en la prensa internacional “EEUU no tiene ninguna intención de reconciliar y estrechar sus lazos políticos y económicos con la Republica Bolivariana de Venezuela” quien se convirtió en la punta de lanza de la democracia participativa. Mientras los empresarios capitalistas de EEUU se quejan de han perdido cerca del 30% del comercio con Venezuela el gobierno de EEUU desarrolla una política internacional agresiva y hostil por medio de reforzar su presencia militar en contra de Venezuela por medio de aliados como Colombia.
Es lamentable y evidente que las Fuerzas Armadas colombianas parecen estar dirigidas directamente desde Washington DC, no desde el Parlamento y la Presidencia de Colombia. Las tácticas de estimular una oposición escuálida o espuria en Venezuela financiada desde EEUU y arruinada por la corrupción que caracteriza la vieja elite política provoco que la Casa Blanca en EEUU cambiara su táctica a la creación de un cerco estratégico militar para rodear o cercar a Venezuela. Este giro táctico explica porque la administración del presidente Obama apoyo el golpe militar contra el Presidente Zelaya de Honduras en el 2009.
Actualmente observamos como la elite militar de EEUU incremento su capacidad combativa en siete bases Colombianas y actualmente está ampliando su presencia armada con más de 7,000 tropas de EEUU en Costa Rica y negocia con el nuevo gobierno de Ricardo Martinelli en Panamá el retorno de tropas e incluso el control del canal interoceánico por medio de las nuevas tecnologías de vigilancia militar de los EEUU. Además debemos considerar la presencia de 20,000 tropas de EEUU que mantienen el control de facto de Haití a pesar de las denuncias internacionales en contra de este despliegue de fuerza bruta. El régimen militar de los EEUU planifica establecer una base aérea en Aruba que se encuentra “a vuelo de pájaro” de las costas Venezolanas y como desde Puerto Rico, se extiende una compleja red de radares que interceptan y vigilan las comunicaciones y otros objetivos en toda la región suramericana y caribeña.
El colapso del economía de EEUU producto de sus políticas neoliberales en la región, el nuevo balance internacional entre bloques de intercambio y solidaridad Latinoamérica y el Caribe, provocan que la elite capitalista-militar de los EEUU contraataquen a los países que conforman el nuevo bloque de naciones que se han aliado multilateralmente para continuar produciendo y desarrollándose sin los intermediarios que respondían a los intereses de la elite capitalista-militar de los EEUU. La crisis de esta elite comprueba que el capitalismo financiero especulativo fracaso y ahora se preparan para volver a conquistar por medio de la fuerza los mercados y recursos que explotaron durante todo el siglo XX en la región.
La política exterior de los EEUU continuara manipulando los gobiernos de Colombia, Costa Rica, Honduras, Panamá, Perú y aumentara la presión sobre Argentina y Chile para que se aíslen del nuevo multilateralismo continental de Venezuela, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Uruguay, Paragua y Brasil. Los ciudadanos de EEUU se enfrentan a un gobierno que criminaliza al pueblo Mejicano y a las minorías latinas aprobando leyes para sancionar desde asesinar a los emigrantes en la frontera hasta restarle sus derechos humanos más elementales como la salud.
La elite capitalista-militar de los EEUU no es una elite empresarial democrática que fomenta el desarrollo y el libre mercado es un régimen permanente que por medios violentos intentan controlar los recursos de nuestra América. EEUU ha perdido toda credibilidad como una nación democrática, defensora de los derechos humanos ye el libre intercambio.
La política exterior del primer ejecutivo Obama y su secretaria de estado Clinton se enfocan en la desestabilización productiva agrícola, comercial y social de la región en vez de usar sus recursos para desarrollar pactos políticos y económicos que beneficien la salud, seguridad y bienestar material de todos los Americanos como decía Martí “desde el Rio Bravo hasta la Patagonia una sola América”. Las provocaciones del nuevo régimen colombiano pretenden desenfocar las fuerzas progresistas y revolucionarias de la región para crear un caos político y una guerra indirecta entre los EEUU y Venezuela.
Corresponde a todos los ciudadanos que han ejercido su pleno derecho a la democracia participativa en Venezuela, a los militantes latinoamericanos que se mantienen activos en los movimientos sociales populares que no dependen de las transferencias de fondos de los EEUU mantenerse enfocados en las propuestas del ALBA y UNASUR. La defensa de la soberanía de Venezuela es la defensa de la soberanía de nuestra América. Y como subrayo en su ensayo original James Petras “no podemos permitir que la elite capitalista militar de los EEUU intimide a Latinoamérica y el Caribe con una guerra asimétrica y sicológica en nuestra región. El imperio de EEUU contra acata y pierde el liderato económico y político que tuvo en nuestra América.

http://claridadpuertorico.com/content.html?news=81771CDC304856266F70B3214EE8ACEE

James Petras
Profesor Emérito de Binghamton University
Michael González-Cruz
Sociólogo

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