Saturday, April 30, 2011


La pirámide invertida… Cuba y Puerto Rico

Por Dr. Michael González-Cruz
Publicado: martes, 26 de abril de 2011 (Claridad)

Comencé a notar la pirámide cubana invertirse en 1995 a raíz del periodo especial producto de la debacle de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) cuando en Cuba se experimentaba con la legalización del dólar (US$) en Varadero, provincia de Matanzas. El turismo como empresa mixta entre el capital europeo-canadiense y la mano de obra e infraestructura cubana apreciaban nuevas formas para generar riquezas y satisfacer las necesidades básicas de toda la población. El bloqueo que Estados Unidos (EEUU) impuso sobre Cuba se observaba en todos sus ámbitos productivos, tecnológicos y culturales.

Aquellos con acceso a la divisa extranjera tenían más posibilidades de satisfacer sus necesidades básicas e incluso acceder a comodidades lujosas. La pirámide comenzaba a invertirse porque maestros, enfermeros, médicos, agrónomos, ingenieros, bomberos y hasta los mismos compañeros del Ministerio del Interior y las Fuerzas Armadas, todos servidores públicos, enfrentaban grandes dificultades para satisfacer sus necesidades concretas. Es decir, hubo un cambio en la estratificación del pueblo cubano por concepto del estatus social que, de acuerdo a Weber, es el balance entre los ingresos, autoridad y prestigio social que tienen las diversas ocupaciones productivas en una sociedad moderna.

La pregunta de los científicos sociales cubanos y boricuas era, ¿qué hacer ante la aparición de quienes se iniciaban como trabajadores y empresarios “por cuenta propia”, por ejemplo taxistas, que recibían propinas (salarios directos del consumidor)? ¿Cómo se redistribuían las propinas entre maleteros, meseros, mucamas, cocineros, barristas, guías turísticos y por qué no los gerentes de las nuevas empresas mixtas? ¿Cómo incluir a la población carente de dólares en aquel momento y hoy día con la moneda convertible al valor del Euro en el disfrute de los nuevos centros de diversión turísticos? ¿Acaso no decía el joven Marx en “Ideología Alemana” que el ser humano necesita un balance entre el trabajo productivo, intelectual y el ocio?

En el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) el Presidente Raúl Castro señalaba en torno a la libreta de abastos (consumo de alimentos): “El problema al que nos enfrentamos”, insistió Raúl, “no es de concepto, sino que radica en cómo, cuándo y con qué gradualidad eliminaremos este instrumento de distribución que le ha brindado alimentos básicos, altamente subsidiados, a los más de once millones de cubanos”, refiriéndose al lineamiento 162 discutido por los delegados del congreso en la Habana.

El periódico Juventud Rebelde añade al debate que “Las opiniones en torno a lo que resume el lineamiento 162, sobre la libreta de abastecimiento y su eliminación, han derivado en un amplio abanico de sugerencias que van desde los que sugieren suprimirla de inmediato, hasta los que se oponen a su eliminación y proponen agregar a los productos normados hasta los artículos industriales. Otros, sin embargo, opinan que aquellos que no estudian ni trabajan no deberían disfrutar de los beneficios de este sistema de racionamiento, al que, según piensan no pocos, deberían renunciar voluntariamente los que perciben mayores ingresos”. (http://www.cubainformacion.tv 17 de abril de 2011)

La edición del Granma (18-4-11) subrayó cómo el General Raúl Castro en su discurso de conmemoración del cincuentenario del triunfo de Playa Girón se refiere al Partido Comunista Cubano (PCC) como “el partido de la patria, del pueblo y de la nación” es decir, profundizando e incluyendo a todos los ciudadanos, militantes o no, delegados o no al VI Congreso del PCC. El Presidente Raúl Castro reconoció la vital importancia de cómo “las tropas abrieron el paso al pueblo uniformado, el mismo que no dudará, como lo ha reflejado fehacientemente la historia patria, en cambiar lápices o puestos de trabajo por el fusil para defender las conquistas de una Revolución que es ejemplo para el mundo entero”. Es decir, que todos los ciudadanos tienen que contribuir en la defensa del territorio, su crecimiento económico y bienestar social, sea con el lápiz, su trabajo o el fusil.

Los debates de los delegados del VI Congreso del PCC volcaron su atención en reorientar la pirámide invertida por medio de mejorar cinco lineamientos: primero, fiscalizar estrictamente la compraventa de productos y servicios con empresas privadas y extranjeras; segundo, velar por la justa redistribución de las riquezas de las empresas mixtas; tercero, enfatizar en la ética de trabajo de los gerenciales e intermediarios de las empresas públicas, mixtas y privadas; cuarto, aumentar la participación de las empresas cooperativas en el mercado nacional de acuerdo a sus capacidades y quinto, superar las deficiencias en el acceso a la trasportación, salud y educación en todo el territorio por medio de un liderato nacional y regional más eficiente que defienda la producción y redistribución de riquezas que sirven para satisfacer las necesidades básicas.

El Presidente Raúl Castro enfatizó que “El sistema de atención social se está reorganizando para asegurar el tratamiento diferenciado y racional de aquellos que verdaderamente lo requieran, en lugar de subsidiar masivamente como ha hecho hasta ahora, ofreciendo apoyo a las personas que no posean ningún modo de sostenerse… de modo que permanezca en el sector estatal aquel que mejor y con más eficiencia se desempeñe, a partir de que el concepto de la idoneidad debe ser inviolable. Este proceso seguirá sin prisa pero sin pausa, y estará determinado por nuestra capacidad para conseguir su total despliegue… Este reordenamiento de la economía no significa que el Estado no vaya a continuar brindando por igual, y de manera gratuita, los servicios de salud y educación, los cuales protegerá de forma adecuada, mediante los sistemas de asistencia social. Del mismo modo, seguirá defendiendo la cultura, la educación física y el deporte; la identidad y la conservación del patrimonio; y la riqueza científica, artística y cultural de la nación”.

La prensa nacional cubana destaca que el 68% de los lineamientos políticos y económicos del PCC fueron debatidos de forma participativa y democrática encauzando cambios en 181 de los 281 lineamientos discutidos en el VI Congreso. Podemos esperar grandes cambios en la Revolución Cubana, sobre todo que la injusta pirámide invertida desaparezca paulatinamente y la sociedad cubana desarrolle nuevos paradigmas económicos y políticos que le permitan mantener su independencia, soberanía y justicia social.

Es paradójico que mientras en Cuba se crearon 200,000 empleos en nuevas empresas, en Puerto Rico aumente el desempleo y la emigración hacia los EEUU en la pasada década (2000-2010). En Puerto Rico también la pirámide está invertida pues los narco-inversionistas están en el poder mientras los servidores públicos y la clase media trabajadora continuamos pagando más contribuciones sobre ingresos que las grandes corporaciones. En Puerto Rico nos hace falta un frente, congreso o asamblea nacional para constituir unas nuevas relaciones de poder y producción que aumenten nuestras riquezas y participación directa y democrática.

Los jóvenes cubanos, en especial aquellos servidores públicos cubanos que con sus lápices en el período especial se mantuvieron firmes en sus puestos, deben ahora asumir el liderato eficiente, ético y revolucionario con el apoyo de su pueblo. Gracias a la unidad de la juventud y la experiencia los delegados celebraron su VI Congreso y conmemoraron el triunfo de los del Granma y los de Playa Girón que lucharon como los mambises a la carga del machete por su libertad e igualdad. ¿Qué podemos hacer por nuestra igualdad, libertad y justicia social?