Monday, September 12, 2005


Hace diez veranos, en el Caribe solo tenemos veranos, inice mi marcha por las interminables escalinatas del alma mater, entre el calor y los mangos, dos maestros y una mujer alumbraron mi camino. Como dicen los versos de Antonio Caban Vale el Topo "la conoci una tarde en un Cafe de Estudiantes...pude ver que en sus ojos, la agonia de la patria y la queja de un amor". Ese cafe "La Tertulia" estuvo en la esquina Iglesia y la Avenida de Diego en Mayaguez. Este lugar de encuentro extramural, bohemio y universal acuno la publicacion de antologias, revistas, producciones discograficas de la nueva trova y rencuentros furtivos. Junto a S. Elena otra mujer de letras iniciamos una revista de literatura que reto los imprudentes pronosticos postmodernos de la generacion X. Rumbo a Nueva York marchamos en busca de la hiedra, mas palabras y el otono, regresamos multiplicados, uno mas uno es igual a tres, pero en la esquina de la calle Iglesia y la Avenida del Procer aquel cafe se reduce a cantina mientras nuestra generacion comtempla aquel trastaller, solar o batey que nos permitio tejer los trasmayos que nos sostienen. Me pregunto cuales son los trastalleres de este generacion? Donde continua el quehacer intelectual, creativo y activo de los estudaintes.

Los solares en la Habana, los bateyes y los trastalleres en Puerto Rico constituyen un espacio de encuentro que a simple vista parace informal, desordenado y siempre abierto. Superficialmente es un contexto para el ocio, para el invento y la receracion. Sin embargo en estos espacios del Caribe y no dudo que en otros similares encontramos un entramado de relaciones e intercambios que puden hacer lucir a cualquier corporacion como una organizacion torpe y rudimentaria. En el trastaller, el solar o el batey encontramos a los tribunos, con sus discursos y alocuciones; tratados y analisis sobre la situacion, tambien observamos a los testigos silenciosos sean estos trabajadores o artesanos, autodidactas o profesionales, estan los ancianos o jueces, la madamas, chulos, espias, corruptos, buscones de toda suerte, politicos con licencia, rebeldes, artistas y estudiantes. En el trastaller el trabajo, la produccion intelectual y cultural continua, los bienes y servecios son canjeables o comodificables por el reparto de personajes que los articula, valora y ajusta las cuentas. Este es un trastaller, como el de Barrio Obrero, el Cuatro o Camaseyes. Sin duda un par de cajones, un muro, la cera, el balcon o simplemente este pizarron basta para acomodarnos, hechar un cuento, mantener en secreto cual es el orden, la coherencia y el hilo conductor del batey, el solar o el trastaller.